martes, 5 de mayo de 2009

Modelos curriculares de orientación sociocentrista

RECONSTRUCCIONISMO
Fondo histórico
La de 1930 fue una década de crisis. Una depresión mundial había paralizado económicamente a las naciones capitalistas, el totalitarismo estaba levantando su cabeza en Europa y en Asia, y la intranquilidad social era una característica creciente en Estados Unidos. Algunos observadores pensaban que la democracia misma parecía estar en su última hora. Esos observadores notaron que la depresión de la década de 1950 no era un problema de falta de alimento o bienes materiales. Había abundancia de esas cosas. La depresión ha sido muy bien descrita como un hambre en medio de la abundancia. En los Estados Unidos el problema se centró en la distribución de bienes y comestibles, más que en su producción. A principios de la década de 1930, el sector comercial estaba parcialmente paralizado y los políticos se mostraron impotentes ante el desastre económico total.
Fue en este contexto que George S. Counts desarrolló un vigoroso enfoque de la educación a través de varios discursos provocativos en 1932.
Counts desafió a los educadores a que abandonaran su mentalidad de esclavos, que buscaran deliberadamente el poder, y entonces hicieran lo mejor que pudieran con esa conquista ayudando a formar un nuevo orden social basado en un sistema económico colectivo y en principios políticos democráticos. Pidió a los profesionales de la educación que se organizaran, desde el jardín de infantes hasta la universidad, y que usaran su poder organizado en bien de las grandes masas del pueblo.
Esta posición representaba una inversión del papel tradicional de la escuela, de ser un trasmisor pasivo de cultura a ser una agencia principal y activa de las reformas sociales. Sus ideas eran, mayormente, una extensión de los aspectos sociales del pensamiento progresista de Dewey. La base filosófica del reconstruccionismo se encuentra en el pragmatismo.
El período de posguerra fue testigo de renovado impulso del reconstruccionismo a través de la obra deTheodore Brameld. Algunos de los escritos más influyentes de Brameld fueron: Modelos de Filosofía Educacional (1950), Hacia una reconstrucción de la filosofía de la educación (1956) y La educación como poder (1965).

Principios de Reconstruccionismo
La sociedad mundial está en un estado de crisis, y la civilización, tal como la conocemos, llegará a su final a menos que se reviertan las prácticas actuales. Los problemas de la población, la polución, los recursos naturales limitados, la desigualdad global en la distribución de recursos, la proliferación nuclear, el racismo, el nacionalismo y los ingenuos e irresponsables usos de la tecnología, amenazan nuestro actual orden mundial, y lo destruirán, si no se resuelven tan pronto como sea posible. Estos problemas, señalan los reconstruccionistas, se unen con el desafío del totalitarismo moderno, con la pérdida de los valores humanos en una sociedad de masas, y el incremento de la ignorancia funcional entre la población mundial. En resumen, el mundo está enfrentando problemas económicos, militares y sociales en una escala sin precedentes. Los problemas que afrontamos son de tal magnitud que no pueden seguir ignorándose más tiempo.
La única solución efectiva para los problemas del mundo es la creación de un orden social planetario. Así como los problemas son mundiales, también deben serio las soluciones. La cooperación total de todas las naciones es la única esperanza para una población en crecimiento que vive en un mundo finito con una cantidad limitada de recursos no renovables. La era tecnológica ha producido una interdependencia mundial, así como grandes avances en todas las ciencias. Por otra parte, estamos sufriendo un retraso cultural para adaptarnos al nuevo orden mundial. Estamos intentando vivir en la nueva era de las naves espaciales con un sistema de valores y una mentalidad política forjados en la época de las carretas tiradas por bueyes.
De acuerdo con el reconstruccionismo, la humanidad vive en una sociedad mundial donde la capacidad de la tecnología puede desterrar todas las necesidades materiales de la población. En esta sociedad, es posible una existencia "utópica" si la comunidad internacional pasa cooperativamente de una preocupación por la producción y la lucha por los bienes materiales, a una fase en la cual las necesidades y los intereses humanos sean considerados como lo más importante. En un mundo tal, la gente podría concentrarse en la tarea de ser mejores seres humanos como un fin en sí mismo.
La educación formal puede llegar a ser un poderoso agente en la reconstrucción del orden social. Las escuelas que reflejan los valores sociales dominantes, afirman los reconstruccionistas, transmitirán meramente las enfermedades sociales, económicas y políticas que afligen actualmente a la humanidad. La escuela puede y debe revertir este papel tradicional, y llegar a ser una fuente de innovación social. La tarea de revertir el papel educacional es urgente, porque la humanidad tiene ahora la capacidad de destruirse a sí misma.
Los críticos del reconstruccionismo social argumentan que Bramel y sus colegas pusieron demasiada confianza en el poder de los maestros y otros educadores, para actuar como instrumentos primarios del cambio social. Los reconstruccionistas replican diciendo que la única alternativa para la reconstrucción social es el caos global y la eventual obliteración de la civilización humana. Desde su perspectiva, la educación puede ser, o un instrumento para ocultar la necesidad urgente de la transformación social y por lo tanto estorbar el cambio, o se inscribirá como un agente para efectuar la transición ordenada y positiva de la sociedad del presente al futuro.
Los reconstruccionistas no ven la escuela como si tuviera poder de crear el cambio social sin ayuda. Por otra parte, consideran la escuela como un agente poderoso que afecta la vida de la sociedad entera, pues alcanza a sus hijos durante la edad más impresionable. Como tal, puede ser el instigador principal en la percepción de los problemas sociales y un agitador primario para el cambio social.
Los métodos didácticos deben basarse en principios democráticos que descansan en la inteligencia de la mayoría, para reconocer las soluciones más validas para los problemas del mundo y colaborar en su solución. Los reconstruccionistas, como los de otras ramas del movimiento progresista, están unidos en su visión de la democracia como el mejor sistema político. Desde su perspectiva, es imperativo que los procedimientos democráticos se usen en el aula de clase cuando los estudiantes tengan la oportunidad de escoger entre diversas opciones sociales, políticas y económicas.
Bramel usa el término "parcialidad defendible", para describir la posición de los maestros en relación con los temas curriculares controvertidos. En esta posición, los maestros permiten el examen abierto de la evidencia a favor o en contra de su postura, y presentan posiciones alternas tan justamente como sea posible. Por otra parte, los maestros no deberían disfrazar sus convicciones. Deberían expresarlas y defenderlas públicamente. Más allá de esto, los maestros deberían trabajar para que la mayor cantidad posible de los ciudadanos acepte sus puntos de vista. Parecería que los reconstruccionistas suponen que los temas son tan claros y fáciles de entender que la mayoría estaría de acuerdo, tanto en la definición de los problemas como en las soluciones, si se permitiera un diálogo libre y democrático. Algunos observadores han notado que el reconstruccionismo tiene mucha fe en la inteligencia y la buena voluntad de la humanidad, lo que algunos han llamado fe utópica.
Si la educación formal ha de ser parte de la solución social en la presente crisis mundial, debe enseñar activamente el cambio social. "Los maestros", escribió Counts, "deberían alcanzar deliberadamente el poder y luego sacar el mayor partido posible de su conquista". La educación debe despertar la conciencia de los estudiantes hacia los problemas sociales, y comprometerlos activamente en la búsqueda de una solución. La conciencia social puede ser despertada si los estudiantes son alentados a cuestionar el status quo, e investigar temas controversiales en la religión, la sociedad, la economía, la política y la educación. La investigación y la discusión crítica ayudarán a los estudiantes a ver las injusticias y la falta de efectividad de muchos aspectos del sistema actual. También les ayudará a desarrollar alternativas para la sabiduría convencional.
Las ciencias sociales, la antropología, economía, sociología, ciencias políticas y psicología, forman un fundamento curricular útil que los reconstruccionistas utilizan para identificar las grandes áreas de controversias, conflictos e inconsistencias. El papel de la educación es exponer las áreas conflictivas de la cultura humana y construir el consenso más amplio posible con respecto a los objetivos básicos que deberían gobernar la humanidad en la reconstrucción de la cultura mundial. La sociedad ideal del reconstruccionismo en el mundo estaría "bajo el control de la mayoría del pueblo que es, correctamente, el soberano que determina su propio destino".

EL FUTURISMO EN RELACIÓN CON EL RECONSTRUCCIONISMO

En 1970, Alvin Toffler presentó, en respuesta a la siempre acelerada explosión del conocimiento y la tecnología, una nueva dimensión de la teoría educacional en El shock del futuro. "Lo que pasa por educación hoy, aun en la 'mejor' de nuestras escuelas y universidades", clamó Toffler, "es un anacronismo sin esperanza". Notó que nuestras escuelas están operando bajo un conjunto de prácticas y presuposiciones desarrolladas en la era industrial, mientras que la sociedad ha entrado en la edad del superindustrialismo. Como resultado, nuestras escuelas están educando a la juventud con un énfasis en el pasado, mientras que ellos viven bajo un orden mundial que se acelera continuamente hacia el cambio. Toffler dice:
Nuestras escuelas van hacia atrás en un sistema que agoniza, en vez de ir hacia adelante, hacia la nueva sociedad emergente. Sus vastas energías se aplican para formar Hombres Industriales chiflados, personas preparadas para sobrevivir en un sistema que estará muerto antes que ellos.
Para ayudar a impedir el choque con el futuro, debemos crear un sistema educativo superindustrial. Y para hacer esto, debemos buscar nuestros objetivos y métodos en el futuro, no en el pasado.
Toffler enfatizó que el sistema educacional debe "generar imágenes alternas y sucesivas del futuro", para que los estudiantes y los maestros tengan algo hacia lo cual dirigir su atención en el quehacer educativo. Los estudiantes deberían examinar futuros posibles, probables y preferibles; mientras estudian el futuro de la sociedad humana y desarrollan la pericia que los llevará, como se espera, a un mañana preferible.
En los primeros años de la década de 1990, Toffler estaba todavía propugnando una educación futurista, y también reenfatizando la necesidad de rediseñar los métodos pedagógicos. Tal como él lo veía, a la luz de la nueva información de la tecnología,
nuestros sistemas de educación masiva son completamente obsoletos. Exactamente como en el caso de los medios de comunicación masiva, la educación requerirá una proliferación de nuevos canales y una vasta de diversidad de programas. Un sistema de alta selección tendrá que reemplazar el sistema de baja selección si las escuelas han de preparar a la gente para una vida decente en la nueva sociedad de la Tercera Ola, para no decir nada de sus funciones económicamente productivas
Los futuristas, a diferencia de los reconstruccionistas, no son tan insistentes en su pretensión de que la escuela pueda iniciar directamente el cambio social. El objetivo de los futuristas es ayudar a preparar a la gente para responder al cambio y para hacer decisiones en forma inteligente mientras la humanidad se dirige hacia el futuro que tiene más de una configuración posible. Para hacer esto, sin embargo, tanto el futurista, como el reconstruccionista deben examinar críticamente el orden social, económico y político actual.
Harold Shane bosquejó un currículo futurista que se centra en las injusticias, contradicciones y problemas en el orden mundial actual. El énfasis curricular y las actividades educativas que sugiere, son similares a los que el reconstruccionismo ha propuesto, y los resultados de ambos sistemas serían, en gran medida, los mismos: desarrollar "un futuro preferible" a través de la educación. Desde esta perspectiva, el futurismo puede verse como una extensión y modificación del reconstruccionismo.

(Extractado del ibro de George Knight)

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